Adáptate a ser líder

 

La adaptabilidad como competencia significa tener flexibilidad en la gestión del cambio, tener la mente abierta, adaptarse a nuevas situaciones, a nuevas ideas, a enfoques innovadores. Tener esa capacidad de escucha de la que hablamos en otro artículo, no dejarse poseer por ese Yo inflexible, arrogante, incapaz de valorar otras propuestas. Todo esto implica estar enfocado hacia las metas, y ser capaz de ajustar los pasos a dar para conseguir el objetivo con facilidad.

Un líder debe adaptarse a los nuevos retos que puedan surgir, a sentirse cómodo frente a la incertidumbre, a no perder los nervios, a encontrarse bien, aunque no sea su zona de confort en la que se desarrolla su trabajo, a tener autocontrol, pero, sobre todo, a ser positivo.

Leía el otro día la necesidad del líder de no ser únicamente adaptable y flexible sino empático. Alguien comentaba la importancia no tanto de la empatía sino de la capacidad de resolver conflictos. Es cierto, que lo importante puede ser esto último, aunque cabría preguntarse si el no ser empático no crearía a su vez otros conflictos.

Estamos en un cambio permanente, en una transformación hacia el mundo de la industria 4.0, viéndonos obligados a realizar una inmersión en el mundo digital. ¿Qué menos que exigir de nuestros líderes su capacidad de adaptación, de flexibilidad y de cambio? Es posible que el entorno en el que nos encontramos nos ciegue y no nos permita ver el futuro.

Según Melissa Swift, la apertura, la transparencia, la disciplina, el enfoque y la conectividad pueden ser un reto en la organización.

En un laboratorio TRS de trabajo en mesa surgieron todas estas necesidades para las futuras empresas, generación de pequeños núcleos con valores definidos, flexibles, dinámicos, sostenibles, con avances tecnológicos notables. Claramente, se puso de manifiesto la complejidad existente en el paso a la descentralización, a la incubación de iniciativas y a la fluidez en la comunicación; retos complejos para los que sin duda debemos de estar preparados.

Sin embargo, nuestro desarrollo como seres humanos es complejo, debemos fortalecernos al nacer para poder gatear y ponernos en pie. No es un camino fácil, nos adaptamos, flexibilizamos nuestras conductas y cambiamos. Y esto, queridos todos, como seres humanos, sólo es el comienzo.

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