Una mirada calida e inquieta, analiza los sucesos y actúa. El personaje introvertido por excelencia del cine, se encuentra encerrado en un campo de concentración nazi, rodeado de presos con el ímpetu de fugarse como motivación de vida.
Hablemos del “Héroe”, guerrero y defensor, dispuesto a sacrificarse por un “bien mayor” campeón de las cosas que se convierten.
Los arquetipos, imágenes simbólicas comunes de la psique humana, no son cosas biológicas, ni rígidas sino que son flexibles y cualquier personaje puede representar a uno a dos o a varios de ellos, se encuentran en ese reservorio, memoria colectiva de la humanidad, al que todos tenemos acceso.
¿Puede la identificación con un personaje de ficción modificar conductas? La respuesta es sí. Y no soy yo quien lo dice.
Pero vamos poco a poco. ¿Esto a qué se puede deber?
EQUIPO, EQUIPO, EQUIPO Y si no te despido “En mi equipo no hay nadie que no sepa trabajar en equipo”. ¡Entendido, jefe! ¿Pero lo comprendemos? Incluso sin saber responder muy bien a esta pregunta, insistimos hasta la saciedad: hay que funcionar como un equipo. Equipo, equipo, equipo… Seguro que alguna vez has vivido esto: Los…
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